La crisis hospitalaria en el Eje Cafetero se profundiza. El Hospital Infantil Rafael Henao Toro de Manizales confirmó que dejará de prestar servicios a los afiliados de Nueva EPS, debido a una deuda acumulada que asciende a 18 mil millones de pesos.
La decisión afecta directamente a miles de niños y niñas en Caldas, Risaralda, Quindío, Tolima y el norte del Valle del Cauca, quienes dependen de esta institución para recibir atención pediátrica especializada.
Una medida “crítica, pero inevitable”
El gerente del hospital, Juan Carlos Gómez, explicó que se han agotado todas las alternativas para mantener la operación en condiciones de calidad, pero la falta de pagos vuelve inviable la prestación de servicios.
“Cumpliremos con la atención ya programada para este lunes y martes, pero a partir de ahí se suspenderán más de 30 subespecialidades, las consultas externas y las cirugías. La situación es insostenible”, indicó.
Según el directivo, la institución se ha visto obligada a frenar procedimientos vitales, entre ellos más de 200 cirugías mensuales y alrededor de 2.500 consultas pediátricas, que quedarán en pausa hasta que la EPS cumpla con los compromisos financieros.
Pagos insuficientes y atrasos que preocupan
La queja del hospital se centra en la irregularidad de los giros. En uno de los meses recientes, de toda la cartera pendiente solo recibieron $177 mil pesos, un monto irrisorio frente al déficit. Este mes, tras semanas de espera, ingresaron $670 millones, aún muy lejos de lo necesario para cubrir cirugías, insumos, nómina y atención en la Unidad de Cuidados Intensivos.
“Con esos recursos no se pueden sostener los servicios. Hemos hecho esfuerzos para cumplirles a nuestros colaboradores y proveedores, pero cada día es más difícil”, advirtió Gómez, quien subrayó que la prioridad debe ser garantizar la vida y la salud de los pacientes pediátricos.
Una crisis que golpea a todo el sistema local
El problema no es exclusivo del Hospital Infantil. El secretario de Salud Pública de Manizales, David Gómez, recordó que en agosto la Clínica Avidanti también cerró servicios a usuarios de Nueva EPS por la misma causa: falta de pago. Incluso instituciones como Meintegral han reportado dificultades.
“La EPS es responsable de garantizar una red suficiente y con recursos. Sin flujo financiero, los hospitales no pueden sostener la operación”, señaló el funcionario.
Además, advirtió sobre otro punto crítico: la entrega de medicamentos. Desde comienzos de este año se han dejado de suministrar más de 100 mil fármacos a los afiliados en Manizales, lo que ha derivado en descompensaciones de pacientes, complicaciones en tratamientos y mayores costos en salud pública.
Llamado urgente al Gobierno Nacional
El gerente del hospital y las autoridades locales coinciden en que la situación requiere una intervención inmediata del Gobierno Nacional. Aunque Nueva EPS se encuentra bajo vigilancia especial, las medidas adoptadas hasta ahora no han logrado garantizar el flujo de recursos ni la estabilidad de los servicios.
“El hospital no puede seguir financiando una operación que no recibe respaldo. Es necesario que la aseguradora y el Gobierno respondan a los usuarios, porque estamos hablando de la salud de los niños”, insistió Juan Carlos Gómez.
Por su parte, el secretario de Salud de Manizales cuestionó la falta de prioridad hacia la salud de los colombianos: “Percibo que se está pensando más en la parte financiera que en la vida de los ciudadanos. Este es un tema de urgencia: sin pagos, los hospitales no tienen cómo abrir sus puertas”.
La niñez, la más afectada
La medida golpea de frente a la población pediátrica, la más vulnerable del sistema de salud. El Hospital Infantil Rafael Henao Toro es la principal institución de referencia en la región, por lo que su cierre parcial deja a los pacientes con muy pocas alternativas.
Mientras no haya una solución concreta, la continuidad en la atención está en riesgo. El hospital seguirá prestando servicios a otras EPS y aliados, pero los niños afiliados a Nueva EPS quedarán sin acceso a consultas de especialidad, procedimientos quirúrgicos y cuidados intensivos.
El mensaje de los directivos y de las autoridades es contundente: “sin recursos no hay salud”. El futuro inmediato de miles de pacientes depende de que se encuentren acuerdos rápidos que devuelvan la estabilidad financiera al hospital y la garantía en la atención a la niñez.
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