San Juan – La presencia de altos mandos militares estadounidenses en Puerto Rico confirma el papel central de la isla en la estrategia de seguridad del Pentágono en la región.
La visita se produce en medio de una agenda cargada de maniobras aéreas y anfibias que involucran a distintas ramas de las Fuerzas Armadas. Entre ellas, destaca el despliegue programado de 10 aviones F-35 y la operación de la 22ª unidad expedicionaria de Marines desde puntos clave como Roosevelt Roads en Ceiba y la base Ramey en Aguadilla.
Durante el acto de recepción, González agradeció al presidente Donald Trump por lo que describió como el reconocimiento de la “importancia estratégica de Puerto Rico” y lo definió como la “frontera de Estados Unidos en el Caribe”, en referencia a su papel en el combate al narcotráfico y la defensa regional.
Según analistas, la llegada de Hegseth busca supervisar directamente estas operaciones, evaluar la logística de las tropas en la isla y reafirmar la línea de la política exterior de Washington hacia Latinoamérica, marcada por una mayor proyección militar en la zona.
Con estas acciones, Puerto Rico se reafirma como un punto neurálgico de la estrategia estadounidense en el Caribe, en un contexto regional cada vez más sensible a la presencia de fuerzas armadas en su entorno.
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